Los efectos del frío extremo tienen un impacto significativo en la salud, por lo que este factor ambiental se ha convertido en un objetivo a combatir en ciertas partes del mundo con el fin de reducir esta sensación desagradable en las personas. Teniendo esto en cuenta, la organización Kusimayo ha desarrollado una estrategia integral formada por cuatro pilares, uno de los cuales se centra en reducir las bajas temperaturas y, al mismo tiempo, eliminar los humos contaminantes de las viviendas desprovistas ubicadas en la zona sur andina de Perú.
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¿Cuáles son las estrategias que están siendo implementadas?
Es bastante curioso cómo las antiguas civilizaciones crearon
y desarrollaron de manera empírica algunos métodos y sistemas constructivos con
el objetivo de garantizar el confort de los habitantes mediante la
arquitectura. En concreto, el confort térmico es una estrategia de diseño pasivo que potencia la materia prima del entorno.
Es aquí donde parte de las estrategias para el proyecto de
Kusimayo “casa caliente” van tomando forma. Tras recopilar información del sur,
determinaron que era viable integrar un sistema de captación solar y acumulación
de energía mediante lo que se conoce como muro Trombe, como estrategia pasiva
de calefacción.
Para reforzar la instalación del muro Trombe, también se propone añadir material aislante en los techos, sellar las grietas de los muros y cerramientos y cambiar las ventanas y puertas si es necesario.
Pero, ¿cómo funciona el muro trombe?
Esta innovación arquitectónica, que combina principios
físicos milenarios con tecnología moderna, está ganando terreno en la
construcción sostenible. El muro Trombe, un sistema de calefacción solar
pasiva, puede reducir hasta un 20 % los costes energéticos de una vivienda. Su
funcionamiento consiste en ensamblar un muro pintado de negro para que absorba
todas las ondas de luz que atraviesan un panel de vidrio ubicado y orientado de
manera estratégica.
De este modo, se absorbe y retiene el calor. Este muro
incluye respiradores superiores e inferiores que facilitan la convección
térmica; es decir, mientras el aire frío entra por la parte inferior, se
calienta al entrar en el vacío que yace en contacto con el muro y tiende a
subir, ya que sus moléculas se expanden. Este ciclo se repite continuamente, a causa
de que la densidad del aire frío empuja el aire caliente hacia arriba.
Desafíos y Consideraciones de Diseño
A pesar de sus ventajas, el muro Trombe plantea algunos
desafíos que se deben tener en cuenta. Aunque la estética no es algo que
importe demasiado en términos de diseño arquitectónico, lo importante aquí es que las técnicas
aplicadas para reducir el frío están dando resultados. Sin embargo,
lamentablemente tienen una pequeña limitación, ya que se trata de un sistema
que depende demasiado del clima, por lo que su ubicación y las variaciones
climáticas podrían afectar negativamente a su eficacia.
Otra de las limitaciones a considerar es el uso de la madera para crear la estructura del muro Trombe. Si no se trata, la durabilidad física de la madera es muy corta, por lo que puede ser susceptible a daños por golpes y desgastarse con mucha facilidad, ya que es un material vulnerable a la humedad, a los insectos y, principalmente, al sol, lo que causa deformaciones irremediables que obligarán a los propietarios a realizar un mantenimiento constante y costoso.
Ayudar a todas estas personas supone asumir riesgos, dedicar tiempo, mano de obra y materiales. Si dichas iniciativas te han emocionado y quieres sumarte a este movimiento para que las labores se realicen con mayor calidad, puedes apoyar a la asociación a través del siguiente enlace: Kusimayo
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